Autor:AXYZ DESIGN
Fecha:25-04-2022
AXYZ CONCEPTS
EL MOVIMIENTO IMPERCEPTIBLE DE LA ARQUITECTURA
Las casas tráiler, las casas bote, las yurtas de los mongoles, los tipis indios, las fantasías sesenteras de ciudades que caminan, la Estrella de la Muerte, el caballo de Troya, esos edificios extravagantes que rotan siguiendo el sol o abren y cierran sus cubiertas, o la casa transportada por globos de “Up”, son excepciones raras.
La arquitectura no suele moverse.
Puede existir ilusión de movimiento cuando un edificio imita determinados efectos escultóricos,
cuando tiene una composición tan orgánica que parece crecer a ojos del espectador,
o cuando la tecnología permite proyectar sobre él todo tipo de formas y colores.
Pero la arquitectura continúa quieta.
Sólo la naturaleza ...
la lluvia al brotar desde una gárgola o correr desbocada por un canalón,
las nubes que se reflejan en un muro de vidrio, la vegetación que se mece con una ráfaga de viento,
el sol al proyectar sombras cambiantes,
el agua que refleja con un suave balanceo el reflejo distorsionado de un edificio,
o la actividad humana...
al aglomerarse en los accesos a determinadas horas del día,
al activar una puerta automática,
al proyectar su silueta contra un estor,
al calentarse con fuego que sale en forma de humo por una chimenea,
al tender y recoger la ropa en un patio,
al abrir y cerrar una ventana, al proteger su intimidad corriendo unas cortinas,
al dejar encendido un televisor que hace palpitar la penumbra de la estancia,
al salir a fumar a un balcón o al prender y apagar las luces de una fachada que parecía muda...
pueden animar momentáneamente lo que es inerte produciendo una fugaz vibración sobre un fondo tozudamente estático.
A veces, la arquitectura logra perdurar adaptándose a nuevos usos mediante cambios muy importantes -demoliciones, añadidos- pero este movimiento es tan lento que tampoco lo percibimos. Sólo el antes y el después.
Cuando no se adapta, todo lo que era móvil (puentes levadizos, muros llorones, aspas de molino, norias de agua, toldos retráctiles, persianas corredizas, lamas orientables, ventanas de proyección o guillotina, veletas, puertas giratorias, pendones y banderolas) va poco a poco degradándose, desprendiéndose de la estructura y desapareciendo.
Hasta que sólo queda lo inmóvil.
La ruina.
ABOUT THE AUTHOR
Iago López es un arquitecto español con más de 20 años de experiencia profesional tanto en España como en México. Inició su carrera profesional trabajando durante 6 años en dos firmas españolas de renombre: Carme Pinós y José Antonio Martínez Lapeña-Elías Torres (ambos ganadores del Premio Nacional de Arquitectura).
Tras ganar un concurso de diseño en 2004, inició una etapa de diez años como profesional independiente en los que diseñó y construyó dos edificios de vivienda pública (uno de los cuales recibió una mención de honor en los premios del Colegio de Arquitectos de Galicia); así como un gran complejo de oficinas gubernamentales, un restaurante y varias casas unifamiliares.
En mayo de 2014 llegó a México para participar durante dos años en la construcción de la Torre Sede BBVA-Bancomer. Actualmente trabaja como Director de Diseño en NMS Capital y tiene un fascinante blog sobre arquitectura y música llamado “Bailar sobre arquitectura”.